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¡Ya 4 años! Esta edad es una montaña rusa para los pequeños (y los padres). Hay grandes cambios en su cuerpecito, pensamiento y emociones. Prepárate, porque tu niño ya no es un bebé. Te contamos qué puedes esperar en este año de vida de tu hijo y cómo puedes ayudarle.
1. Cambios físicos: tu niño no para quieto
a. Corre, salta, da piruetas… Su motricidad mejora un montón
Se vuelven mucho más ágiles y coordinados. Les encanta correr, trepar, dar volteretas en el sofá. Vigila que no se hagan daño.
b. Mejor equilibrio para andar en bici sin ruedines
Su equilibrio mejora notablemente. Es buen momento para quitarle las rueditas a la bici y que aprenda a pedalear solo.
c. Energía infinita para jugar al fútbol y correr
¡Parece que comen energía a paladas! Aprovecha su resistencia para jugar al fútbol, correr juntos, acudir al parque…
2. Desarrollo mental: la imaginación al poder
a. Le encanta el juego simbólico y hacer como si…
Su mente se vuelve mágica. Disfruta haciendo de papá y mamá, médico, maestro… Entra en su mundo.
b. Retiene más cosas gracias a su mejor memoria
Empiezan a recordar detalles y memorizar canciones, cuentos, nombres… Es buen momento para aprender.
c. Preguntan «por qué» todo el rato
Su curiosidad no para. Contesta sus interminables preguntas por qué con paciencia.
a. «¡Yo solo, yo solo!» Buscan independizarse
Se vuelven cabezotas con hacer las cosas solos. Aunque se equivoquen, déjales intentarlo y felicítales por el esfuerzo.
b. Egocéntricos: el mundo gira a su alrededor
Creen que todos ven las cosas como ellos. Ten paciencia al explicarle que cada uno tiene sus gustos.
c. Relación estrecha con amigos especiales
Prefieren jugar con el «mejor amigo». Anímalo a compartir e incluir a otros niños.
4. Sueño y rutinas: clave para evitar rabietas
a. Necesitan rutinas: les dan seguridad
Establece rutinas de comida, siesta, actividades… Les ayuda a portarse bien.
b. 10-13 horas de sueño, con siesta
Necesitan dormir entre 10 y 13 horas, incluyendo la siesta. Procura que mantenga horarios.
c. Puede tener terrores nocturnos o pesadillas
Ante una pesadilla, tranquilízale explicando que no es real. Así vuelve a dormir en paz.
5. Consejos para sobrevivir a la etapa de los 4
a. Rabietas: no cedas pero mantén la calma
Aguanta con firmeza sus pataletas. Pierde la batalla pero gana la guerra.
b. Vístele pero que intente desvestirse solo
Vístelo por las mañanas pero luego anímale a desvestirse solo por las noches.
c. Sigue leyendo cuentos juntos
Aunque sepa leer, los cuentos antes de dormir crean un vínculo especial contigo.
A los 4 años llegan grandes progresos cognitivos, físicos y emocionales. Con paciencia y cariño los niños (y los padres) disfrutarán de esta etapa.