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Como padres, todos hemos pasado por eso. Estás preparando una comida nutritiva y balanceada para tus retoños, y lo único que quieren son esos dichosos nuggets de pollo procesados en forma de dinosaurios o estrellas. ¿Por qué este pedazo de comida chatarra se ha vuelto como el santo grial para los niños? Explicamos el fenómeno.
1. Son básicamente croquetas de sabor suave
A los niños les atraen los nuggets por la misma razón que les gustan las croquetas para perro (sí, lo dije). Son básicamente puré de algo (pollo, pescado, verduras) empanizado y frito. Una textura blandita por fuera y esponjosa por dentro. Ideal para las mandíbulas aún en desarrollo de tus retoños. Y el sabor suele ser suave, así que no abruma sus sentidos como otras comidas con más sabores y olores artificiales añadidos. Para sus pequeños paladares, es como comer un abrazo de comida.
2. Son fáciles de agarrar y masticar
Otra cualidad atractiva para los niños es que los nuggets son fáciles de agarrar con las manos y masticar. Se evitan así los frustrantes retos de usar un tenedor o cuchillo. Y como puedes tragarlos enteros como una piltrafa, no requieren de una ardua masticación como otros alimentos. Son la comida perfecta para un pequeño perezoso.
3. Vienen en formas divertidas
Los marketers saben cómo atrapar a los niños, y hacer que los nuggets se vean divertidos es una de sus artimañas. Ya no son simples pedazos de masa frita, ahora son dinosaurios, animales de granja, e incluso han sacado versiones delos Minions. Comer nuggets se vuelve un juego para los niños en lugar de una tarea aburrida. Disneylandia en el plato.
4. Los padres se rinden ante su conveniencia
Para una madre o padre agotado después de un largo día de trabajo, sacar una bolsa de nuggets congelados del congelador y meterlos al horno es como un regalo del cielo. Una comida rápida, sencilla y que sabes que tus hijos se tragarán sin rechistar. Aunque luego te sientas culpable por haberles dado otra comida chatarra, en el momento se siente como haber ganado la lotería culinaria.
5. Les dan un sentido de control
Los niños pasan mucho tiempo teniendo que cumplir órdenes y reglas de los adultos. Comer nuggets puede ser una de las pocas decisiones que pueden tomar por sí mismos. Les da una sensación de independencia y control elegir comer su comida favorita, por muy poco saludable que sea. Es un pequeño acto de rebeldía y libertad.
Así que a pesar de nuestros mejores esfuerzos para alimentarlos bien, esos trozos de pollo empanizado tienen un poder casi mágico sobre los niños. No te sientas mal por recurrir a ellos ocasionalmente. Lo bueno es que ahora hay opciones más saludables hechas con ingredientes naturales. Todo con tal de ver feliz a nuestra pequeña tribu.
Conclusión
Los nuggets de pollo son atractivos para los niños por su textura, sabor, forma divertida y conveniencia para unos padres exhaustos. Recurrir a ellos no te hace un padre negligente, sino simplemente humano. Con moderación y buscando alternativas más nutritivas, los nuggets pueden tener un lugar en una dieta infantil balanceada.