Tabla de contenido:
- 1. Los dientes de leche de los niños son muy importantes, no creas que son de juguete
- 2. Entre los 6 y 7 años, estos dientes comienzan a caerse
- 3. Existe un orden específico para la caída de los dientes de leche
- 4. Un diente de leche está listo para caerse cuando se vuelve ligeramente amarillo o se mueve
- 5. Es importante permitir que los dientes se caigan naturalmente, sin intentar moverlos
- 6. Visita al dentista regularmente durante la caída de los dientes de leche
- 7. Con paciencia, todo saldrá bien, no hay razón para preocuparse
1. Los dientes de leche de los niños son muy importantes, no creas que son de juguete
Los dientes de leche que aparecen primero en los bebés desempeñan funciones extremadamente importantes en su desarrollo. No son juguetes ni meros adornos, por lo que deben cuidarse adecuadamente. Cuando el bebé mastica con sus dientes de leche, puede triturar y tragar los alimentos de manera más eficiente. También les ayudan a aprender a hablar con claridad. Y lo más importante, guían a los dientes permanentes más grandes para que crezcan correctamente en su lugar. Por lo tanto, es fundamental prestar atención y cuidar los dientes de leche.
2. Entre los 6 y 7 años, estos dientes comienzan a caerse
Los dientes de leche están hechos para caerse cuando lleguen los permanentes. Esto ocurre generalmente entre los 6 y 7 años, cuando los dientes grandes empiezan a salir. Algunos los pierden a los 5 u 8 años, y está bien, cada niño tiene su ritmo. No son para toda la vida, se caerán cuando los de abajo empujen hacia arriba. Es un proceso normal.
3. Existe un orden específico para la caída de los dientes de leche
Es importante destacar que los dientes de leche no se caen al azar. Siguen un cronograma específico y se caen en un orden determinado: primero, los dientes frontales inferiores se aflojan, los que se ven en las fotos. Luego, los dientes superiores les siguen. Después, se desprenden los dientes laterales inferiores y superiores. A continuación, llegan las muelas de leche. Finalmente, los colmillos y las otras muelitas se despiden. De esta manera, cada diente tiene su turno para caer.
4. Un diente de leche está listo para caerse cuando se vuelve ligeramente amarillo o se mueve
Es fácil darse cuenta de cuándo un diente de leche está a punto de caerse. Comienza a mostrar un tono amarillo, gris o incluso negro. También se siente móvil y se mueve un poco cuando el niño muerde algo con ese diente. Además, las encías alrededor pueden inflamarse ligeramente o picar cuando el diente permanente está a punto de salir. Estas son señales de que el diente de leche está a punto de caer.
5. Es importante permitir que los dientes se caigan naturalmente, sin intentar moverlos
Cuando un diente de leche está suelto y apenas sujeto por un hilo, es tentador tratar de ayudarlo a caer más rápido. Sin embargo, lo mejor es dejarlo tranquilo y permitir que se caiga por sí mismo cuando llegue su momento. No se debe manipular, mover ni sacudir el diente, ya que esto podría dañar el diente permanente que está debajo. Simplemente, continúa cepillando suavemente esa área para mantenerla limpia.
6. Visita al dentista regularmente durante la caída de los dientes de leche
Es crucial llevar a los niños al dentista con regularidad durante esta etapa de cambio dental. El dentista se asegurará de que los dientes permanentes estén creciendo correctamente, sin caries, y realizará una limpieza bucal completa. Aprovecha estas visitas para que el dentista explique a los niños cómo cuidar sus nuevos dientes que están apareciendo.
7. Con paciencia, todo saldrá bien, no hay razón para preocuparse
No hay que angustiarse cuando a los niños se les empiezan a caer los dientes de leche. Es un proceso totalmente normal en su crecimiento, así que tranquilos. Lo importante es tener paciencia, llevarlos regularmente al dentista durante este periodo para revisión y enseñarles a cuidar bien su boca y dientes nuevos. Con estos sencillos cuidados, la caída de los dientes de leche será una transición suave en los pequeños y sus dientes definitivos crecerán sanos y fuertes. Así que, mantén la calma, disfruta de esta etapa y sonríe cada vez que un diente caiga.